lunes, 3 de diciembre de 2018

Redaccion Cultural


"DIA DE MUERTOS
Por Jair García Hernández, Jennifer Jiménez Hernández y Fernando Olivera Velázquez
Esta costumbre inicia el día 31 de octubre y termina el 2 de noviembre. Es una fecha importante en San Juan Cabeza del Río, ya que representa una oportunidad para recordar y celebrar a los muertos. Según las personas de esta comunidad contaban que en estas fechas pueden conectarse y hablar con los difuntos. Por esta razón, se les celebra en durante esos tres días conservando la misma tradición. Es una tradición que ha venido heredándose desde los primeros fundadores de la comunidad, celebrando muy cuidadosamente a los difuntos ya que estas personas creen que todas las ánimas regresan para convivir con sus seres queridos.
Algunas de las actividades que normalmente se presentan, es que cada familia realiza un altar en sus casas, consiste en una mesa que está formada con un arco de flores de Cempasúchil o “Flor de los muertos”, esta flor es muy típica para utilizarla en estas fechas, ya que representa un símbolo de vida y muerte, la flor de cempasúchil se utiliza como decoración y ofrenda para el ritual en el Día de Muertos. Es habitual utilizar los pétalos para marcar en el suelo el camino que deben seguir las almas de los difuntos hacia los altares domésticos levantados en su honor. Esto se debe a que tradicionalmente se decía que sus pétalos guardaban el calor del sol e iluminaban el camino de regreso a los difuntos. También se le colocan ramos de esa misma flor en cualquier otra parte de la mesa cuidando que no obstruya la parte donde se colocan las ofrendas, el arco se viste de flores amarrando con cordel o como lo hacían los anteriores pobladores, amarrando las flores con una planta llamada yacua, que asimila al cordel, el arco está amarrado a la mesa con un cordel para sujetarse y sostener las flores. Este altar es lo primordial para celebrarles a los muertos, en él se colocan los alimentos como: Comidas típicas de la región, tamales, totopos, pozole u ofrendas como dulces, frutas, y bebidas que se comparten con los difuntos.
De hecho, lo habitual que se coloca en los altares y que nunca debe hacer falta es el Pan de Muertos, se hace en memoria a los difuntos. El pan de muertos se hace una semana antes
del día de Todos los Santos, cada familia prepara el pan en sus casas para colocarlos en el altar y compartirlos con los difuntos y demás personas que llegan a convivir a sus casas.
Por lo regular, esta tradición es solamente tres días, pero en nuestra comunidad se le agregan otros dos, el 30 de octubre “Día de los Angelitos” que no fueron bautizados “Limbos” y el 3 de noviembre es el día que se visitan las tumbas de los difuntos y el cierre de esta tradición.
Esta celebración comienza el 30 de octubre a las 12:00 p.m. En este día sólo vienen los niños o personas fallecidas que no fueron bautizadas “Limbos”, a esa hora la gente empieza a poner ofrendas como: Comida, frutas y flores, se colocan en una pequeña mesa con unos floreros de flor de muertos o Cempasúchil, esta mesa se deja en la parte de afuera de la casa para que las almas que se encuentran perdidas lo puedan ver y así tomen algo del altar.

El 31 de Octubre es el día de los niños muertos que sí fueron bautizados llamado “El día de los Angelitos”, a las 12:00 p.m. las personas empiezan a poner ofrendas como: Comida, bebidas, dulces, frutas y veladoras en una mesa adornada con un arco y flores de Cempasúchil, ellos tienen la creencia que con el aroma de las ofrendas en el altar “Los Angelitos” llegan a compartir con sus seres queridos o familia. Para que de esta manera “Los Angelitos”, sepan que sus familiares y seres queridos nunca los han olvidado.


El 1 de noviembre llamado “El Día de Todos los Santos”, a las 12:00 p.m. las personas quitan todo de la mesa de ofrendas. También se quitan los arcos para colocar nuevas ofrendas y nuevos arcos de flores. Se colocan ofrendas como: Comida, atole y chocolate en el altar para celebrar a todos los santos.
Estas ofrendas se retiran el día 2 de Noviembre llamado “Día de los Fieles Difuntos” o “Día de Todos Los Muertos”, a las 12 p.m. de la mañana y se vuelven a poner más ofrendas, flores y veladoras para recibir a los fieles difuntos, es decir, personas fallecidas más grandes; estas ofrendas se retiran el día 3 de noviembre. Se retira el altar y en cualquier hora de ese día las personas van a visitar las sepulturas de sus difuntos, llevando las flores de los arcos que fueron retirados del altar, incluyendo los floreros y ramos de flores, también algunas personas llevan ofrendas y veladoras para acompañar el retiro de sus  muertos. De esta manera concluye esta tradición.

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